Psicoterapia breve adleriana: un caso de encopresis
Publicado el 30 julio 2013 por Davidsaparicio
Andrés Buschiazzo | On 30, jul 2013
Fuente original:
http://psyciencia.com/2013/07/30/psicoterapia-breve-adleriana-un-caso-de-encopresis/
Para Adler, un aspecto de la psicoterapia es reducir el síntoma a su
mínima expresión. El diagnóstico y el tratamiento están intrínsecamente
vinculados. En el capítulo “Técnica del Tratamiento” del libro
“Superioridad e interés Social” de Ansbacher & Ansbacher,
encontramos como la diagnosis y el proceso terapéutico se relacionan en la
ilustración de la reacción de Adler a la información de un paciente
desordenado desde niño: “Se ve la sombra de otra persona que ponia orden
por él (…) Ustedes pueden explicarle, ‘usted era desordenado,
transfería su obligación a otros. Hoy es todavía lo mismo. Tiene miedo
de ir adelante solo” (1968, p. 169).
El Counselling adleriano y sus cuatro fases:
1. Relación terapéutica, consistente en establecer un buen rapport y disminuir la resistencia. Capacidad de empatía.
2. Anamnesis: los propósitos del comportamiento (el para qué), observación más notable y la constelación familiar.
3. Explicación de las motivaciones inconscientes y las consecuencias del comportamiento inadecuado.
4. Re-orientación. El aliento es el aspecto más importante en este
momento, para que el paciente use el comportamiento de manera
constructiva y desarrolle el sentimiento de comunidad
(“Gemeinschaftsgefühl”).
Dreikurs sistematizó los objetivos de vida,
para comprender comportamientos inadecuados: Atención, Poder,
Venganza, Inadecuación y Excitabilidad.
Los indicadores para conjeturar sobre el propósito del comportamiento lo encontramos en Walton:
1-Tipo de comportamiento
2-¿Cómo responde el niño al ser corregido?
3-¿Cómo se siente el adulto con respecto al comportamiento del niño?
“Ramiro tiene diez años y padece de encopresis”
Sabido que no es una encopresis orgánica, como lo indican estudios
médicos, consideramos que estamos frente a un niño con una inferioridad
psicológica y social exacerbada, no orgánica.
En casos de encopresis
puede suponerse, sobre la base de nuestras experiencias y las de Adler
en las clínicas para padres en Viena, que se trata de un movimiento
cuyo objetivo es el de establecer contacto con la madre, de manera
inadecuada. El chico se expresa a través de su encorpesis. Está hablando
en el “lenguaje de su intestino”. Consideramos todas las formas de
expresión de un paciente parte del estilo de vida.
En psicoterapia,
de acuerdo con la teoría de la comunicación: “no es posible no
comunicar”. Ramiro expresa de forma inconsciente y no tan inconsciente:
“Yo no soy lo suficientemente grande. Todavía tengo que ser controlado
por mis padres”. Cada vez que la madre lo ve muy entretenido jugando le
pregunta si tiene la necesidad de ir al baño, esto sucede al menos dos o
tres veces al día. El niño da a su madre un trabajo extra y a la vez
la madre actúa de modo que cronifica el problema.
Para Dreikurs “Un
niño dependiente de su madre no suele ser débil y desamparado, sino
tiránico: se aprovecha de su aparente debilidad para obligar a la madre a
ponerse a su servicio. El niño influye a menudo en su madre más de lo
que influye en él, y a menudo también las relaciones de los niños entre
sí y con todos los miembros de la familia desempeñan un papel decisivo”
(1964, p 80).
Es importante en counselling familiar preguntar por:
¿Cuál de los hermanos es el más diferente? El diferente es con el que
está compitiendo. No necesariamente con conciencia de rivalidad. Es
necesario conocer las características comunes, siempre las más
relevantes son las diferencias.
Debemos averiguar por qué este niño
es consentido (“pampered”) menos ahora que antes. El niño tiene un ideal
ficticio (su meta): ser consentido, tener a alguien a su entera
disposición. Es necesario lograr que el niño con la ayuda de los padres
agregue algo a su estilo de vida, para que pueda hacerse más útil y
afrontar con valía los tres problemas fundamentales de la vida (amor,
contacto social y trabajo).
“Tiene un hermano pero no del mismo padre”
Otro instrumento con que contamos es la “constelación familiar”,
significa la posición psicológica y no cronológica que ocupa el niño
dentro de la serie de hermanos. Cada miembro de la familia interpreta y
valora a la familia de múltiples formas, por eso la relevancia de
comprender el contexto familiar y las atribuciones que cada uno hace,
Adler afirma: “la situación nunca es la misma para dos hijos de una
familia”. La posición que ocupa varía según el sexo, edad y número de
hermanos. Si hay una distancia mayor de 5 o 7 años sabemos que estamos
frente a dos subfamilias. Hay una multiplicidad de combinaciones al
respecto.
Ramiro es hijo de otro padre al que no ve mucho y reconoce
a su padrastro como a un verdadero padre. El padrastro está en pareja
con la madre desde que Ramiro tiene 2 años.
Este es un primer dato
para entender que pude sentirse rechazado e inferior frente al otro
hermano que vive en una familia convencionalmente constituida y
continentadora. Durante los primeros 5 años de vida Ramiro fue el único
hijo de la familia hasta la llegada de Jaime a quien ve como un
competidor directo por el amor de la madre y la atención de los padres.
La encopresis es la protesta rebelde que Ramiro diseñó para atraer la
atención y el cuidado de toda la familia.
“Nunca en la noche, sólo de día”
Esta información influye en nuestra forma de pensar. Durante el día se
encuentra bajo tensión, en la noche parece estar contento. Podemos
imaginar muchas cosas y asumir que a menudo duerme con su madre en la
noche, mientras que durante el día quiere hacerse conocer de manera
desagradable, como diciendo: “Me tienes que dar atención más personal”.
Durante el día la lucha se intensifica.
“Hasta los 7 durmió en el cuarto de nosotros luego le hicimos un cuarto para él solo”
Esto que podría ser un privilegio para cualquier niño, para Ramiro no
lo es porque debe abandonar el cuarto de sus padres y dejar a su hermano
menor durmiendo con ellos. Este cambio coincide con los primeros
llamados de atención, cada vez que no podía dormirse llamaba a la madre y
le pedía que se quedara con él hasta que se durmiera, esto sigue
sucediendo y es habitual para la madre quedarse en el cuarto hasta que
cierra los ojos.
Esta interpretación (referida a la etiología
contextual de la encopresis) quedó como conjetura en el terapeuta, no se
la reveló por considerarla fuera de timing.
Es dable interpretar (Deutung) que la encopresis está al servicio de la meta final ficticia: obtener atención y poder.
Fragmento de la primera entrevista con la madre:
Psicoterapeuta: “Nos gustaría hablar con usted acerca de su hijo. ¿Cómo le va en la escuela?
La madre: Él trabaja muy bien
Psicoterapeuta: ¿Te ha mencionado lo que le gustaría ser en la vida?
La madre: le gustaría ser contable
Psicoterapeuta: es bueno que ya tenga una incipiente vocación si bien
lo puede cambiar, ahora ¿Él entiende algo sobre este tipo de trabajo?
La madre: si, él muestra cierta comprensión, además de que es bueno en matemática.
Psicoterapeuta: ¿Cuáles son las cualidades positivas de Ramiro?
La madre: es bueno con los números, con la computadora, todo lo que
tiene que ver con la tecnología. Si algunos de nosotros no sabemos cómo
se utiliza algún programa de la computadora, le preguntamos a él y
seguro que sabe. Es muy bueno en informática
Psicoterapeuta: ¿Ramiro colabora en casa?
La madre: no”
Cuando estamos con un paciente en la primera entrevista, tanto en
psicoterapia como en counselling, lo primero que tenemos que hacer es
identificar las cualidades positivas, no podemos resolver los problemas
si partimos de disfuncionalidades. Lo hacemos a través de los recursos
del paciente.
Psicoterapeuta: ¿Tienes alguna preocupación o algo que te gustaría cambiar de la situación de algunos de tus hijos?
Madre: Mi preocupación principalmente es Ramiro, lo que más me preocupa
es que se haga en los pantalones (…) se le hicieron estudios médicos,
pero dicen que no tiene nada (…) desde los 7 años que tiene este
problema y no ha logrado superarlo, sucede cuando está jugando en los
cumpleaños, en la escuela y en casa cuando tengo que salir. Eso hace que
muchas veces llegue tarde a trabajar porque tengo que limpiarle la
ropa.
Psicoterapeuta: Cuando tenías 12 0 13 años observando tu
propia familia (padre, madre, hermanos) habrás sacado una conclusión
sobre la vida de tu familia, pudo ser algo positivo de ella por ej.: me
gusta tal cosa… o puedo ser algo negativo, por ej.: no me gustaba….
¿Cuál fue la conclusión que sacaste cuando tenías entre 12 o 13 años
sobre tu familia?
Madre: Que en mi familia estaba sola…
Psicoterapeuta: ¿Por qué?
Madre: Mi mamá trabajaba mucho y a papá lo veíamos una vez cada tanto porque era camionero…
Psicoterapeuta: ¿Cómo te sentías al estar sola?
Madre: Mal, triste”
De esta “observación más memorable” inferimos que la posición de
inferioridad de la madre motivó que decidiera presentar una modalidad
distinta a la de su familia de origen, aquella era la que la dejaba sola
y triste, ahora ella opta por el camino de la sobre-protección y el
control que se extiende hasta los mismos esfínteres.
Psicoterapeuta: Es cierto que pensaste y te prometiste que: “cuando yo sea madre no voy hacerle eso a mis hijos”
Madre: Sí
Psicoterapeuta: Seguramente fue una buena idea ya que te sentías muy sola y triste en tu familia…
Madre: Mucho
Psicoterapeuta: Entonces es muy razonable que hayas pensado que a
partir de esa información – conclusión, hayas decidido: ‘voy a estar ahí
con mis hijos para que nunca se sientan solos (…) voy hacer cosas
buenas para ellos, pero también es posible que exageraras’ ”.
La
“observación más notable” es verificable por el reflejo de
reconocimiento, concepto acuñado por Dreikurs, y esto consiste en una
manifestación indicadora de que el insight se produjo.
Psicoterapeuta: ¿Tiene sentido para ti lo que he dicho?
Madre: Si, pero opto por ayudarlo para que no demore y así evitar que llegue tarde a la escuela.
Psicoterapeuta: Es posible que estés en lo correcto ya que eres tú la
madre y eres la que decide, no es mi trabajo decirte qué hacer… pero sí
es mi trabajo ayudarte a ver sobre lo que está sucediendo con Ramiro,
de alguna manera estás fomentando la creencia de que puede haber otra
persona que resuelva todo por él mismo. Tal vez lo estés llevando a
creer que una mujer debe resolver sus problemas. Sería posible si no
estás continuamente con Ramiro ¿Que los ayudas a hacer independiente y
libre?
Madre: Asiente (segundo reflejo de reconocimiento) pero
también tiene problemas en la escuela, tiene miedo porque no puede salir
a cada rato de la clase. Cuando siente ganas de ir al baño, tiene
miedo de levantar la mano para preguntarle a la maestra si puede salir
Psicoterapeuta: Podría ser una idea eficaz involucrar al maestro en las
nuevas actitudes sin re-trauamatizar ni provocar iatrogenia”.
La
“observación más notable” es una técnica diseñada por Francis Walton,
eximio counsellor adleriano, en 1994. Lo buscado con esta técnica es
comprender el estilo parental de educación, cómo la educación que
recibieron los padres, por compensación o sobrecompensación, influye en
la educación actual de su hijos.
Comprendemos que parte del problema
está en el vínculo entre Ramiro y su madre. Vemos como la conclusión de
la madre de sentirse sola y triste incide en la elección del estilo
parental sobreprotector. La madre de Ramiro está haciendo demasiado, lo
está anulando. Recordamos el aforismo de Dreikurs “No hagas por tu hijo
lo que él no pueda hacer por él mismo”. (Es difícil de entender a primer
vista pero es muy simple, “si el no hace algo tampoco lo hago yo”).
Los puntos más importantes son: persuadir a los padres que asuman una
actitud constructiva hacia el niño, para alentarlo y hacerles comprender
la importancia de encontrar un lugar en la sociedad por el lado útil de
la vida. Adler habló del sentimiento de inferioridad como una fuerza
dinámica y positiva que empuja al individuo hacia adelante. “Ser humano
equivale a ser inferior” (Pope), los individuos desde que nacen
necesitan de alguien que los proteja y satisfaga las necesidades
elementales para la supervivencia. Diferencia que se puede observar con
el comportamiento de las gacelas que necesita tan sólo de diez minutos
para caminar y conseguir comida por sus propios medios al seguir a su
madre por las praderas.
Hay dos formar de sobrellevar la
inferioridad: una por el lado útil de la vida acorde al sentido común,
al bienestar social y otra por el lado inútil, cuando las personas a
costa de otras intentan asegurar su existencia buscando sentirse
superiores.
Fragmento de la entrevista con Ramiro
Psicoterapeuta: ¡Hola! ¿De qué te gustaría trabajar?
Ramiro: contable
Psicoterapeuta: ¡Muy bueno! ¿Eres bueno en matemática?
Ramiro: si
Psicoterapeuta: ¿Te gusta dibujar?
Ramiro: más o menos
Psicoterapeuta: Tú puedes ser un buen contable, pero tienes que tener
coraje como para decirle a la maestra: “quiero ir al baño”, es como el
que hace pesas en el gimnasio, te vas entrenando y ganado coraje. Si
quieres ser contable debes tener coraje y estudiar. En toda la vida lo
necesitas
Psicoterapeuta: ¿Qué hay de los deportes? ¿Te gusta alguno en especial?
Ramiro: si, el fútbol
Psicoterapeuta: ¿Tienes amigos?
Ramiro: Tengo muchos amigos
Psicoterapeuta: ¿Te peleas con ellos?
Ramiro: a veces
Psicoterapeuta: ¿Peleas con tu hermano?
Ramiro: sí, a veces. Jaime tiene 5 años.
Psicoterapeuta: Entonces eres el hermano mayor. ¿Él es amable contigo?
Ramiro: él no es malo, pero a veces busca pelearme
Psicoterapeuta: Si tu hermano es capaz de comportarse como si fuera más
grande y solo tiene 5 años, tu puedes hacer los mismo ¿Qué te parece?
Ramiro: asiente sonriente (El niño se va)”.
La sesión concluye con el insight y el indicador del reflejo del
reconocimiento producto de una interpretación acertada, finalista que lo
llevará a ser creativo en la búsqueda de su propia valía.
El caso no se destraba sin una de las técnicas más desarrolladas de la psicoterapia adleriana: el “aliento empático” (http://psyciencia.com/2013/07/18/encuentro-con-un-terapeuta-prof-dr-giuseppe-ferrigno-italia/).
El aliento adleriano o el “encouragement” es el pilar de los
resultados terapéuticos. Para Adler el desaliento es el cimiento de
todos los fracasos psicológicos y sociales y de todas las mal llamadas
enfermedad mentales. Según Adler “Sólo las personas que tienen intereses
sociales pueden ser consideradas valerosas, ya que se sienten parte de
un todo; saben que pertenecen a este mundo y que no sólo las ventajas,
sino también las desventajas forman parte de ellas y son las suyas
propias. Se sienten en casa e íntimamente vinculadas al curso de la
vida. Por eso son valerosas, es decir: se enfrentan de un modo útil a
los problemas de la vida”. (2012, p.23) Dreikurs psicoterapeuta
adleriano dice: “La psicología de Adler permite tener éxitos donde
otros podrían fracasar, porque es fundamentalmente optimista. Ve la
fuerza aún en el débil que ejerce su tiranía mediante su debilidad; ve
la inteligencia en el que se presenta como un tonto; ve la fuerza
creadora y la capacidad de aguante en la neurosis, y en la psicosis la
plena autodeterminación” (1965, p.20).
Secuencia del counselling
Conocidas las cualidades positivas de Ramiro avanzamos sobre el
trastorno motivo de consulta: su encopresis. Lo primero que hicimos fue
mostrarle a la madre cómo su actitud incidía negativamente en Ramiro.
Utilizamos el humor y la ironía diciendo que: “detrás de cada niño que
olvida hay una madre que recuerda”. La madre sonrió, esto es el
“reflejo de reconocimiento” de cuando una interpretación da en el
blanco. Además, prescribimos que dejara a Ramiro limpiar su ropa
cuando la ensuciara. Luego de haber identificado las cualidades
positivas de Ramiro sabemos y confiamos en que él sabe cómo manejar el
lavarropas. Con esto buscamos que Ramiro obtenga mayor autonomía y
libertad. Es devolverle el poder a Ramiro o empoderarlo como decimos los
adlerianos y allí estamos haciendo psico-higiene o prevención,
evitando el pasaje de la meta de atención a la lucha por el poder, a
esta última la remplazamos por la colaboración
Cuando hablamos con Ramiro, estuvo de acuerdo con la sugerencia y la aceptó rápidamente.
La psicoterapeuta Alyson Schafer dice que el miedo de los padres a que
los hijos no puedan controlar esfínteres los lleva a involucrarse
demasiado. Cuando comienzan a gestionar y usurpar el papel del niño,
les quitan el poder y la responsabilidad de hacerse cargos ellos mismo
de esta función adquirida. En definitiva, les escamotean la facultad de
decidir sobre cuándo ir al baño. Lo que se logra con este tipo de
actitud es una lucha por poder. El niño se resiste a las presiones y
manipulaciones paternas.
La lucha por el poder tiende a disolverse
cuando los padres se los devuelven, y la responsabilidad que le fue
quitada, es asumida por el niño. La prescripción de lavar la ropa y cómo
ponerla en el lavarropas es una forma de ayudar al niño. Una vez que ha
aprendido a hacerlo solo, deja de lado la encopresis, nos recuerda a la
afirmación de Adler que “no hay enfermedad sin síntomas innecesarios”,
aplicada al caso Ramiro, una vez que puede colaborar abandona la
encopresis como un síntoma que no presta ninguna utilidad, pero para
ello también hemos terapizado el contexto, en término más ajustados se
trató de un counseling familiar de 3 meses de duración.
Bibliografía
Adler, A. (2012). Case Reading and Demonstrations: The Problem Child –
The Pattern of Life. Vol. XX. United States of America: The Classical
Adlerian Translation Project.
Ansbacher, L. & Ansbacher, R. (1976). Superioridad e interés social. Mexico: Fondo de Cultura Económica.
Dreikurs, R. (1965). La Psicología Individual de Alfred Adler. En
Stern, E. & colaboradores. La psicoterapia en la actualidad. (68 –
92). Buenos Aires: EUDEBA.
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