¿Cómo trabajo con Terapia de Grupo de Aceptación y Compromiso (ACT)?
(Ruiz, 2014)
Trabajo desde hace 3 años con ACT
en grupos con personas
diagnosticadas en el espectro
ansioso-depresivo (desde trastornos
adaptativos a distimias) en un servicio
comunitario de salud mental. Los protocolos los adapto
del formato individual usando los principales procesos del hexaflex , con
metáforas, ejercicios experienciales y tareas para casa. También uso los
factores comunes a los grupos (por ejemplo Yalom) pongo en conexión a todo el grupo con el
aquí y ahora y que están sintiendo en este momento, si sus "radios
mentales" y sus "tendencias a evitar molestias", están actuando
y cómo, etc. Creo que es mejor eso que reunir a un grupo y usar solo un estilo
psicopedagógico, muy típico en la TCC (es decir mezclo lo que considero mejor
de ACT con lo mejor de los factores comunes de Yalom). También dejo espacio
para que comenten como le ha ido en la semana y si sus acciones se dirigen en
la dirección de lo que consideran valioso (para eso veo muy útil preguntar por escalas de progresos rápidas de 1 a 10 y
al final del grupo preguntar: cosas del estilo siguiente: ¿qué me llevo hoy de
esta sesión? y ¿qué puedo recordar que me ha sido útil cuando esté solo/a la próxima vez que se
presente el malestar?). También suelo proporcionar un cd con pistas de
mindfulness y act para quién desee practicar más en casa. Una cosa que no suelo
hacer mucho, es un seguimiento y control
de las tareas para casa; ¿por qué?...pues para no generar en demasía reglas
pliances en el grupo, sino que realicen lo que realmente les funciona de lo
aportado por el psicólogo y sus compañeros (más reglas tracking).
Habitualmente se reúnen en el grupo de 5 a 10 personas que no se conocen
entre sí y que han sido seleccionadas previamente por presentan determinados
tipos de sintomatología o problemática (en este casos trastornos
ansiosos-depresivos) y muchas de ellas
con medicación previa con una evolución irregular y no adecuada, o con seguimientos
en el servicio mensuales debido a la presión asistencial. Se les explica en que
consiste la terapia de grupo como alternativa al seguimiento habitual
anteriormente referido y se les comenta la posibilidad de hacer terapia de
grupo.
Las primeras sesiones se suelen dedicar a compartir todo lo que han
hecho hasta el momento para superar su “ansiedad y depresión”; y que
habitualmente suponen maniobras de evitación experiencial guiadas por reglas a
las que están fusionadas que conllevan repeticiones frecuentes de estrategias
que conllevan circular en acciones y consecuencias disfuncionales. Para ello en
estas primeras fases se introduce al grupo en los conceptos de evitación
experiencial y fusión cognitiva, usando un lenguaje sencillo, usando con
profusión las metáforas más que las explicaciones e intercambiando entre si sus
experiencias de manejo reiterativo donde cortan la mala hierba de la depresión
o la ansiedad y esta vuelve de nuevo a brotar (uso de la “desesperanza
creativa” de la ACT). El terapeuta hace
circular y poner en común las experiencias de desesperanza creativa. Igualmente
se usan ejercicios experienciales aquí y ahora de la sesión para comprobar in
situ como les funcionan las cosas que hacen.
A través de distintos ejercicios experienciales, metáforas y
circulaciones y puestas en común de las personas del grupo vamos tratando de introducir mayor flexibilidad psicológica;
de modo que la conducta de la persona no esté tan regida y centrada en evitar
las experiencias de malestar, sobre todo aquellas que les apartan de las direcciones
de su vida que para ellas son valiosas; sino precisamente orientadas hacia
estas actividades valiosas, aunque conlleven abrirse a esas experiencias evitadas (aceptación), comprometiéndose en
actividades en esa direcciones (compromiso).
Es importante destacar que el terapeuta adapta la terapia ACT a su estilo personal y no a un protocolo
rígido, pues eso conllevaría introducir
unas “reglas fijas sobre el buen
hacer” que pueden generar inflexibilidad por alejamiento de la experiencia real
de como acontecen las cosas. Este puede observar al grupo como un todo, y/o a
cada uno de sus miembros y usando como guía el Hexaflex (los seis procesos que
conllevan flexibilidad-inflexibiliad psicológica) adaptarlos a lo que acontece
en el aquí y ahora del grupo y sus miembros y si están actuando determinados
procesos con más predominio que otros. Eso conlleva estar atento a lo que sucede, a las
consecuencias en el grupo de lo que se trata y trabaja (“conducta regida por
las contingencias) y como muchas veces las reglas verbales que usan todos los
miembros del grupo y el propio terapeuta (“conducta regida por las reglas”)
sobre lo que es correcto, razonable, adecuado, etc, puede entorpecer una mayor
flexibilidad de una vida guiada por los valores personales de cada uno de sus
miembros.
En suma, cada grupo y su evolución en esos seis procesos y las estrategias de evitación experiencial
predominantes en cada uno (por ejemplo la abundancia de evitación experiencial, la fusión cognitiva, el alejamiento del presente
del aquí y ahora, las historias repetitivas vinculadas al “yo soy así”, el
desapego a los valores o la falta de
compromiso) hará que en cada momento del grupo se incida más o menos en uno de
esos aspectos. Ese conocimiento no deriva fundamentalmente de la psicopatología
de su grupo-tipo (aunque se tiene en cuenta), sino sobre los procesos de
inflexibilidad psicológica que emergen en estos grupos con estas personas en
relación.
Igualmente el terapeuta tiene en cuenta la incidencia de la propia experiencia
del grupo en el mismo y de este sobre aquel (usando también sus conocimientos
de la psicoterapia analítica funcional de la misma órbita que ACT) para
flexibilizar su conducta y estimular al grupo en esa dirección.
Juan
José Ruiz Sánchez
Psicólogo Clínico. USMC de Úbeda.
19-11-2014
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