¿CÓMO
TRABAJAMOS CON LA TERAPIA
DE GRUPO DE MINDFULNESS Y MUSICOTERAPIA?
(Ruiz y Pérez,
2015)
Partiendo de la práctica de mindfulness según el
modelo de ACT y de la necesidad de facilitar estos estados de atención plena y
defusión, realizamos experiencias que aúnan la práctica de mindfulness y
musicoterapia receptiva o escucha activa de música.
Esta propuesta se ha dirigido principalmente, aunque
no exclusivamente, a personas que sufren ansiedad y/o depresión y con problemas
para afrontar los retos de la vida diaria, partiendo de una perspectiva
terapéutica y de la consideración de que entre música y atención plena se
establece una correspondencia positiva, incrementando y facilitando los efectos
de ambas.
Como objetivos nos hemos propuesto:
·
Facilitar la práctica de la meditación con la ayuda de la
musicoterapia receptiva.
·
Potenciar los efectos de ambas, cambiando la función
paralizadora-evitadora de la ansiedad y la depresión en la vida de los clientes
·
Proporcionar recursos que ayuden a las personas a disminuir
el poder de la ansiedad/depresión sobre las vidas de los
clientes
·
Realizar una observación detallada de los cambios que se han
producido en los/las participantes con la participación en las sesiones de
mindfulness y musicoterapia receptiva, valorando sus efectos a partir de fichas
de trabajo semanales sobre su direccción por valores y de los resultados de las
distintas escalas que se pasaron en la primera sesión y en la última.
El grupo de participantes ha sido muy heterogéneo
tanto en edad, sexo, nivel cultural como estatus social.
Los instrumentos utilizados han sido:
ü
Escala MAAS (Mindful Attention
Awareness Scale; Brown y Ryan, 2003).
ü
Escala de depresión de Goldberg.
ü
Escala de Ansiedad de Golberg.
ü
Ficha de trabajo semanal sobre la dirección por valores no
por malestares.
ü
Escala E.I.P de
Michel.
ü
Encuesta final sobre el cambio en los grupos.
La reunión del grupo se realizó en una sala del
distrito sanitario de Úbeda. A esta terapia de grupo han sido convocadas 22
personas, a las que previamente se les ha explicado el trabajo a realizar
basado en el entrenamiento de la meditación y la escucha activa de música o
musicoterapia receptiva durante diez sesiones, una por semana de dos horas de
duración.
En la sesión inicial, tras una breve presentación de
todos/as los/las integrantes del grupo, se les presenta la metodología básica
con la que vamos a trabajar comenzando por identificar y ponerles nombre a las
radios mentales que aparecen en determinados momentos de malestar emocional,
observándolas y despegarnos de ellas para volver a aquello que nos importa y valoramos.
Para ello utilizamos dos métodos, la meditación y la musicoterapia. Se realizan
varios ejercicios al respecto con todo el grupo y se les da una hoja de trabajo
semanal que se mantendrá durante toda la terapia. También se les proporcionó a
todos los participantes una tarjeta como recordatorio del trabajo con las
radios mentales, además, se realizan varios cuestionarios para establecer una
línea base de partida.
Se les entrega dos CDs con los audios de ambas
prácticas y en cada sesión un material escrito relacionado con el tema a tratar
más la hoja de registro semanal donde se les pide que a lo largo de la semana
identifiquen tres momentos (si es que los hay) de presencia de las radios
mentales, poniéndoles nombre, si han practicado o no mindfulness y/o
musicoterapia con ellas y en que grado eso les ha reconducido en la dirección
valorada (puntuando de 0 a
10).
En las sesiones siguientes se van introduciendo
distintas prácticas de mindfulness y musicoterapia y se continua trabajando con
las radios mentales sus tipos y consecuencias en relación a aquello que valoran
las personas del grupo, y cuando surge alguna polémica sobre la razonabilidad o
no de un argumento, se le devuelve la pregunta funcional: ¿a donde te conduce
eso? ¿te acerca o te aleja de lo que tú valoras y te importa?. A veces
utilizamos un pizarrón para anotar las respuestas del grupo listando los tipos
de radios y sus consecuencias.
En esas sesiones posteriores se van trabajando
aspectos como la atención a la respiración, la atención al presente, el
despegue de la radios mentales (pensamientos, recuerdos, impulsos, estados
anímicos…), la orientación a valores (por ejemplo metáfora de los terroristas),
meditación de la compasión, meditación de las emociones y con diversos audios
de música usada como referente de apertura y observación de las radios mentales
sin tratar de evitarlas o suprimirlas, sino abriendo un espacio para su
aceptación mientras nos movemos hacia lo que nos importa.
La primera experiencia al finalizar este tipo de grupo
es de una alta satisfacción para los participantes con mejorías en la mayoría
de los cuestionarios usados, así como en guiarse más por sus valores y no tanto
por evitar ciertas experiencias.
Comparando los resultados entre el antes y el después
de la sesiones, se puede apreciar disminución de los niveles de ansiedad y
depresión (aunque ese no era el objetivo), especialmente en aquellas personas
que han seguido las indicaciones y el ritmo planteado en este grupo. Además han
cambiado a una mayor flexibilidad psicológica al estar mas orientado por
valores que por evitaciones experienciales. Los participantes, como hemos dicho
antes, han manifestado su satisfacción y la adquisición de herramientas para
afrontar los problemas derivados de su estado de ansiedad y/o depresión y a
prevenir su fusión a ellos, así el afrontamiento de los problemas de la vida
cotidiana con más recursos.
Como conclusión podemos decir que la musicoterapia a
través de la escucha activa facilita de forma eficaz la práctica de
mindfulness, potenciando y acelerando sus efectos beneficiosos, con resultados
positivos en los estados de estrés y ansiedad, así como una mejora sustancial
en el estado de ánimo de los/las participantes; aunque reiteramos que el
objetivo basico era cambiar la función de esos eventos en la vida de los
participantes, aspecto en el que también se ha mejorado.
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